Sobre mí , tres kilómetros de agua azul. Agua... esa masa ingente de cáos y orden a la vez. Me deslizo cortándola, hiriendo su estanca plenitud.
Sobre las llanuras abisales ni un débil reflejo de luz solar.Solo el plenilunio de las medusas y la danza de los calamares. Paso por su lado y en ondulante gracia me dicen adiós.
En el fondo, berberechos y cangrejos deambulan a paso lento, dando vueltas en círculo.
Vuelo por encima de ellos.
Surco cañadones y mesetas, dorsales y fumarolas, naufragios y corales... pero siempre vuelvo a mi hogar, las llanuras abisales.
| "La Dama de San Brandán" 2017, acrílico sobre lienzo |
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